Resumen hasta el momento:
el último año me vengo recuperando de un tiempo de sedentarismo al que recurrí por motivos de estudio. Arranqué con bastante sobrepeso, y algo de dificultad articular.
Los primeros tiempos reorganicé al alimentación (más frutas y verduras, y como consecuencia, menos necesidad de comer, por lo que fui sacando los almidones) y fui entrenando moderadamente en especial aquellas regiones que podían dar problema: lumbar, rodillas, hombro. Los ejercicios, bastante simples y en cuanto a los básicos, una adaptación fuera de esquema de progresión para sentadillas y press banca.
La segunda fase (la actual) es una musculación común, con esquemas de series de 5 - 12 repeticiones, preferentemente raw. Los ejercicios motores son la sentadilla ern sus diversas variantes, y últimamente también peso muerto a piernas rectas. Estoy comenzando también una adaptación - fuera de esquema de progresión rigurosa - a ejercicios semiolímpicos, tipo arranque de fuerza, cargada de potencia, press y press con impulso, tirones de arranque y de envión, y al peso muerto sumo.
Esta segunda fase tuvo algunos luces amarillas, relacionadas a estructuras que no se recuperan tan rápido cuanto la potencia de las piernas: musculos isquiotibiales abdominales y dorsales, tendondes rotulianos.
Eso significa una cierta atención extra a ejercicios localizados, y una alimentación más reforzada en colágeno.
La pérdida de gordura extra tiene como consecuencia mejor respiración, mejor eliminación del calor, por lo que también el tiempo entre series es mucho menor. También mayor dinamismo general. En mis coordenadas, esta pérdida de gordura no me produce debilidad pues no es forzada sino producto de una reeducación alimentaria y la vuelta al ejercicio. Noté que un desayuno más liviano, preferentemente de frutas, me deja con más energías y menos hambre.