Vi casos similares.
Con la barra en la nuca y zapato sin taco, consigues bajar a la paralela básicamente con la flexión de cadera, y aunque no está la respuesta (3), yo diría que con los espinales trabados. Ahí hay perfecto control del movimiento. En la subida todos los segmentos suben.
Al pasar de ese punto, cambió el ejercicio, los músculos de la cadera no admiten más flexión, y la diferencia se cubre soltando los espinales, pero eso muda todas las palancas, y especialmente si la barra está en una posición alta, tiende a irse para adelante. Como los espinales están acostumbrados a trabajar en forma isométrica, fallan en la forma dinámica y la cadera sube más que rápido que la cabeza con lo que se produce una especie de enganche del movimiento hacia arriba, o directamente uno se queda enterrado abajo por haber perdido la posición de fuerza.
Hay dos estrategias para que la marca de la profunda sea más de un 50% de la paralela:
1) intentar reducir los elementos que distorsionan la sentadilla más profunda: usar un taco de 2 o 3 cms ya permite bajar más sin tener que soltar los espinales, colocar la barra en una posición más baja les alivia la palanca en la flexion profunda, y el uso de vendas en las rodillas refuerza también el inicio del movimiento desde abajo.
2) fortalecer los eslabones más débiles, para eso comenzar a a practicar la profunda desde pesos hasta que absurdos, de modo de alcanzar lo que no fue fortalecido. Por ejemplo, para el caso, independientemente del entrenamiento normal, hacer unas 3 series comenzando por ejemplo de 120 e ir subiendo 5 o 10 kilos por entrenamiento. En dos meses es muy probable que quiebres el desequilibrio entre las dos modalidades.