Y la idea sería,
1) ver lo básico, en el caso, habría que elegir una progresión moderada o incluso decidir que no hay necesidad de progresión, en este último caso sería suficiente frecuencia 1 a los básicos en principio para garantizar que no bajen. O frecuencia 1 y 2 según el básico.
2) aqui vendría el esquema más específico. Entonces lo primero es ver dónde se necesita prioritariamente reforzar. Ver con honestidad dónde es que están las dificultades. Aquí es donde yo veo que a veces hay una deformación. Por ejemplo gente que se obsesiona con brazo o con espalda y ya tienen esos sectores lo más desarrollados posible en tanto otros están muy venidos abajo y no se dan cuenta.
También recordar que las divisiones weider no son la única forma posible de dividir en sectores. "Piernas" sólo en la parte de pantorrillas envuelve 2 x la masa muscular del bíceps. "core" es algo que esas divisiones no toman en cuenta. Yo creo que esas regiones tienen que ser evaluadas más al detalle aunque al final se resuelva dejarlas en el mínimo de ejercitación. Error frecuente: tener un dorsal más o menos bueno, y el lumbar algo jodido, la persona resuelve que tiene buena espalda y elimina los ejercicios de lumbar, resultado hasta haciendo remo puede acabar con molestias.
Entonces uno resolvería cuántos y cuáles ejercicios va a hacer para cada región semanalmente (además de lo que ya tenga colocado de básicos). También decidir estrategias especiales (que también tienen que ver con el caso particular: ritmos de ejecución, descansos entre series, series conjugadas, número de repeticiones), toda esa parte depende de los diferentes atletas. Qué es lo que para mí vale ahí como universal: no alejarse demasiado de lo que uno venía haciendo. Por ejemplo si hacía 3 series semanales para bíceps, y quiero subir, vamos a subir primero para 6 u 8 y ver el efecto que hace. En función de eso, puede ser que sea suficiente o que tenga que subir más. Incluso para complicar (agregar ejercicios con pausas, variar para mayores o menores rangos de peso) yo soy partidario de no hacerlo descontroladamente, sabemos que hay un esquema que ya lo veníamos trabajando y estamos adaptados, lo variamos un poco en el sentido que nos interesa y vemos qué pasa, tenemos bastante seguridad que problemas no vamos a tener, y si vemos que el efecto es bueno, seguimos profundizando en ese sentido
Y lo último sería organizar las sesiones. Y eso ya entra a depender más de cuestiones extra deportivas, si uno trabaja o vive al lado de un gimnasio o tiene un gimnasio casero, puede convenir dividir todo el paquete en mayor cantidad de sesiones, incluso más de una sesión diaria. Otros casos es lo contrario. También las preferencias personales, la facilidad o dificultad que cada uno tiene para recuperar (global y localmente). Todo eso abre un abanico muy grande de posibilidades
Y el tema de control: se está ganando masa muscular entonces por ejemplo se puede pensar en una tendencia de aumento de peso de 100 g en media por semana. Son números pequeños, entonces pueden quedar absorbidos por la variación normal del peso si tomamos un pesaje semanal. Yo tomaría un pesaje diario y compararía las medias semanales. Para ver si ese aumento es magro o adiposo habría que ver si existe diferencia en los rendimientos o no. Si no hay diferencia en los rendimientos, y especialmente si uno nota menor condición (se sofoca, tiene más calor al entrenar), es grasa mismo.