Hay un millón de teorías que intentan explicar qué son las agujetas, aunque lo cierto es que no hay ninguna que haya demostrado su veracidad al 100%. Actualmente es un misterio por resolver por parte de la ciencia (En respuesta a @Lavozdelgym007).
Yendo al grano, lo que sí podemos afirmar es que las agujetas se producen por someter al músculo a un estímulo al que no está acostumbrado. El hecho de sentirlas no te asegura que estés haciendo un buen entrenamiento, al igual que no tenerlas tampoco te dice nada.
La tendencia a tener agujetas está condicionada en parte por el factor genético, y el hecho de que se produzcan al subir de peso o cambiar la rutina se debe a que los músculos no están acostumbrados a ese esfuerzo y es algo totalmente nuevo para ellos.
No tienes que preocuparte si, en tu caso, al subir de peso las has notado, siempre que no sean tan insoportables como para que se vea afectada tu actividad fuera del gimnasio, o impedirte realizar el siguiente día de pesas. Unas agujetas severas SÍ indican que algo no está funcionando bien, ya que se ha sometido al músculo a un sobreentrenamiento, un esfuerzo mucho más grande del que está acostumbrado.
Es por ello que las progresiones en los pesos, la rutina o los ejercicios debe realizarse de manera gradual, poco a poco, sin pedirle al cuerpo más de lo que es capaz de dar, ya que hacerlo puede provocar además una lesión con bastante facilidad.
Subir de 50kg a 55kg en press banca es algo razonable, pero pasar en peso muerto de 60kg a 80kg es un cambio demasiado brusco para el músculo por experiencia propia.