La influencia del ejercicio sobre la función menstrual depende de la intensidad del entrenamiento. Las causas de la amenorrea inducida por el ejercicio son bajo peso y porcentaje grasa bajo, déficit de energía o estrés físico, principalmente.
Las investigaciones para analizar los niveles hormonales de las atletas amenorreicas no muestran datos parecidos o que se correlacionen. Cada persona es un mundo.
Son muchos los trastornos en la función endocrina que se han encontrado, como acortamiento de la fase lútea, alteraciones en la secreción de la hormonaluteinizante. Algunas mujeres presentan bajos niveles de estrógenos, mientras que otras son anovulatorias y euestrogénicas. Depende de cada individuo, no se puede generalizar.
Hay que tener en cuenta la salud, y las deportistas con anovulación y niveles normales de estrógenos pueden tener más riesgo de hiperplasia endometrial o adenocarcinoma. Pero el riesgo es poco significativo cuando la Amenorrea Inducida por Ejercicio ha sido menor de cinco años o en mujeres menores de veinte años. A partir de ahí la cosa se puede poner seria.
Por otra parte, las atletas con bajos niveles de estrógenos deben ser concientizados de los efectos negativos que esto tiene sobre la densidad ósea. Aunque sea necesario que pasen muchos años con bajos niveles de estrógenos para que estos efectos se produzcan.
Más que el entrenamiento, comenzaría por ajustar la dieta. De acuerdo con la anamnesis, evaluar la ingesta calórica y de nutrientes, y ajustar la dieta a las necesidades nutricionales (según peso actual, peso esperado, porcentaje de grasa, edad, novel de crecimiento, gasto energético por actividad física y nivel de rendimiento) es más importante que el entrenamiento en si.
Cuando se observa una pérdida de la menstruación, se aconseja una ingesta calórica adecuada a las necesidades de cada persona y deporte (según la duración y la intensidad del mismo), de manera que el peso se mantenga en unos límites saludables, tirando hacia arriba más bien.
Asimismo, la dieta debe ser rica en calcio para contrarrestar los efectos negativos sobre el hueso que produce la falta de la menstruación. (Se necesitan alrededor de 1000 mg de calcio por día, en esos casos). Estas cantidades son fáciles de conseguir si se incluyen en la dieta diaria productos lácteos (leche, queso, yogur), pescados pequeños que se consumen con las espinas (anchoas o sardinas en lata por ejemplo), legumbres y frutos secos.
Para que el calcio se fije correctamente en los huesos, necesita la presencia de vitamina D, por lo que además de tomar alimentos ricos en este mineral se aconseja ingerir una cantidad adecuada de dicha vitamina a través de pescados azules, huevos, margarina o lácteos, y sol...Principalmente.