Algunos lo llaman Yoga Acuático, Water Yoga, Woga, Yoqua y Aqua Yoga. Se puede realizar en piscinas, en el mar, río, lago, en la bañera de nuestras casas (con agua tibia), con la ducha (hay infinidad de ejercicios y variantes).
Esta nueva forma de yoga es más común en agua tibia, lo que facilita que los músculos se relajen y a la vez adquieran una mayor fortaleza. Todo ejercicio que se desarrolle en el agua va a demandar mayor esfuerzo por parte del deportista, esto se nota cuando se busca un equilibrio o un punto fijo dentro del agua.
En el agua los movimientos parecen deslizarse de forma suave, favoreciendo el relajamiento que deseamos alcanzar. Además un enorme beneficio de este medio es que no se corren riesgos de lesiones, ya que las actividades acuáticas tienen la ventaja añadida de reducir el impacto en las articulaciones y la sobrecarga muscular, por eso también muchas posturas se pueden mantener por un periodo más prolongado de tiempo.
Este tipo de ejercitamiento une el placer natural que proporciona el agua a los beneficios del yoga tradicional, que busca el control interno y externo del cuerpo y la mente a través de ejercicios de flexibilidad, meditación, concentración y relajación.
en clase
La estructura de la clase es similar a una que una clase normal de hatha yoga (técnicas de respiración, ejercicios de precalentamiento, secuencia de asanas (vinyasas) adaptados especialmente al medio acuático empleando también algunos accesorios para piscina y se concluye con una relajación final (donde la meditación es posible también).
De todas maneras se recomienda elaborar un programa específico para cada individuo. Para aquellos que les guste el dinamismo y que estén en condiciones físicas óptimas se diseñan también ejercicios más vigorosos que requieren una mayor exigencia corporal.
Se pueden realizar de forma individual o en grupo. Algunas posturas se realizan en flotación, y otras con los pies en el suelo o apoyados en el borde de la piscina, otras sentados, no siempre es imprescindible que el agua cubra todo el cuerpo. Se aconseja en casos específicos de yogaterapia que la temperatura oscile entre 34 y 36 grados en invierno, y entre 20 y 25 grados en verano ya que los músculos se relajan mejor en agua cálida y una temperatura más baja de la deseada puede producir hipotermia.
Todo depende de cada individuo, sus necesidades y sus posibilidades. Para aquellas personas que no padecen de ningún problema y solo desean disfrutar en verano los beneficios del Yoga acuático no se requiere la climatización del agua, porque como hemos dicho antes se puede realizar en sitios naturales también.
No es necesario saber nadar o respirar debajo del agua (en esos casos el profesor diseña ejercicios específicos que contribuyan para esta práctica). Algunas clases se focalizan más en la parte física y otras en la parte meditativa. La meditación en el agua ofrece grandes beneficios también. Muchos deciden hacerlo al final del día puesto que los efectos relajantes del agua y la meditación favorecen para conciliar mejor el sueño. La duración de la clase puede variar de treinta minutos a una hora.
Algunos beneficios:
• Calma la ansiedad.
• Baja los niveles de estrés.
• Desarrolla un mejor nivel de respiración.
• Relaja todo el cuerpo (favoreciendo los músculos y zonas articulares logrando una mayor elongación).
• Fortifica y tonifica los músculos y las articulaciones.
• Otorga coordinación, fuerza y flexibilidad.
• Contribuye en la mejoría de problemas de artrosis, artritis, problemas de columna, y otras patologías óseas similares.
• Mejora y reduce problemas circulatorios.
• Favorece en la recuperación de las articulaciones y músculos lesionados. (Con mayor rapidez que con otros tipos de fisioterapia).
• Alivia dolores (óseos/ articulares, musculares, etc.) y por ende, evita en muchos casos el empleo de fármacos para el dolor.
• Mejora la autoestima, timidez o depresión.
Para mayor información www.claudiah2o.com o fitness@www.claudiah2o.com
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