Al principio fue un comentario loco de los estudiantes, pero después se convirtió en un verdadero plan. ¿Cómo atravezar los Alpes? – sin condición física y sin ninguna experiencia viajando en bicicleta. No somos profesionales de la Tour de France, no tenemos la condición física como para volar sin ningún problema a través de las carreteras de los Alpes. Todas estas preguntas no eran un pretexto para no aceptar un desafío un poco aventurero, ¡claro que nos vamos pedaleando hasta el mar!
Nos esperaba una sorpresa: para un viaje en bicicleta no es necesario un entrenamiento previo de condicón fisica especial, si estás más o menos en forma y una que otra vez andas en bici puedes ya emprender el viaje. Al principio se deben evitar los trayectos montañosos y tomar los trayectos cortos – con el pasar de los días irá mejorando tu condicón física. A lo largo de la ciclovía ampliada al borde del río Rin de Mainz a Basel la condición física de los cuatro llegó a su máximo nivel como para superar las montañas. Es suficiente una bicicleta bien equipada para trekking o una mountainbike que cuente con un portaequipajes y bolsas. Antes de iniciar el viaje se debe de probar la bicicleta junto con el equipaje. Sentarse correctamente y ajustar la altura del asiento ayudan a que las articulaciones no se dañen.
Recorremos al día aprox. 80 km. Esta es la distancia ideal para avanzar a buen paso y al mismo tiempo nos da tiempo para disfrutar de nuestro viaje. Andar en bici es como andar a pie, se puede apreciar de una manera más intensa la naturaleza, las ciudades y las gentes que uno encuentra en el camino que viajar en carro o en tren. Hemos visto diferentes paisajes: en el camino al mar Mediterráneo hemos seguido el curso del río Rin, hemos ido a lo largo del lago Suizo hasta llegar al pie del imposante San Bernhard y hemos vivido el punto culminante geográfico y deportivo del viaje en el paso a 2473 metros de altura. La condición físia que fuimos adquiriendo fue suficiente para subir hasta el paso. De ahí bajamos rápidamente al valle Aosta, atravesamos Turín, una ciudad desaconsejable para ciclistas y acto siguiente pasamos por los increíbles lagos de los Alpes hasta el mar.
Durante el recorrido acampamos en campos escondidos, pasamos la noche a cielo abierto exactamente a la orilla del lago Genf. La bicicleta permite transportar una tienda de campaña grande y accesorios que nos dan mayor confort. Pero cuidado, es fácil transportar todo en suelos planos pero en la subida se deja sentir cada kilo demás. 20 kilos es definitivamente el límite de lo que se puede transportar sin problemas. También es importante la distribuición del peso. El equipaje pesado se va para atrás, la ropa contra la lluvia y la cámara de repuesto siempre tienen que estar a la mano y todo distribuirlo equitativamente en ambos lados. Se asegura una marcha más tranquila si se puede repartir el equipaje en el eje delantero y trasero de las llantas. Cuide de que los pies no toquen el equipaje al pedalear – cada movimiento torpe aumenta el riesgo de tener dolores en las articulaciones.
Si no deseas aventurarte tanto acampando y quieres transportar lo indispensable en la bici recurre a los especialistas en viajes en bici. Ellos organizan el transporte del equipaje, las provisiones y alojamiento según el gusto y las necesidades y también el plan de la ruta. Así cualquier persona que desee hacer un viaje en bici encontrará un tour a su gusto. Se me olvidaba comentar que también tuvimos la oportunidad de descansar durante el viaje, después de dos semanas sin contratiempos con algunos dias de descanso y de haber recorrido 1300 km en bici llegamos al mar. A partir de ese momento no tuvimos nada más que hacer que descansar. Y esto sin ningún remordimiento después del tour deportivo.
Lo que empezó como un comentario gracioso se convirtió en unas vacaciones únicas con mucho fitness. Esperemos que no sea el último viaje en bici pues aprendimos que en este tipo de viajes se aprecia mucho más que en modernos medios de cominicación.