A primera vista aquí todo parece normal como en cualquier gimnasio: en las diferentes máquinas de entrenamiento sudan, al ritmo de la música, las mujeres que desean bajar de peso y las apasionadas por el fitness, pespuntean, reman, se agachan, se levantan sin parar. No es hasta el segundo vistazo que uno se da cuenta que aquí algo no cuadra. No se lucen los trajes deportivos ajustados y no se intercambian miradas con el vecino. Estamos en el gimnasio “Hayat” de Emine Aydemir, inaugurado en la primavera del 2007 en Colonia (Alemania),una zona prohibida para hombres y orientada hacias las necesidades de mujeres musulmanas. Es el primer gimnasio en su categoría en Alemania. br> br>
Celek, la joven animadora nos explica el concepto del estudio durante el recorrido por las salas bien iluminadas y alegres del gimnasio. El nombre “Hayat” significa en turco “vida”. Ella lo expresa así: “nuestro concepto se dirige a todas las mujeres musulmanas, que no practicaban antes deporte o muy poco”. ¿La razón? Son ellas las administradoras de sus hogares, desde el quehacer hasta el cuidado de los niños. No les queda mucho tiempo para sus propios intereses y hobbies, para el deporte o el fitness. Aun cuando algunas de ellas acudían al gimnasio con regularidad, no se sentían ralmente muy a gusto en regaderas y cabinas colectivas rodeadas de gente semi desnudas o desnudas y las miradas de los hombres las incomodaban.
Con su concepto, el cual trata de complacer las necesidades prácticas así como culturales de las mujeres musulmanas, la dueña del “Hayat” descubrió un vacío en el mercado del fitness. Mientras que sus madres cuidan de su condición física, los pequeños juegan en la guardería del gimnasio. Las reglas van de acuerdo a las espectativas de muchas mujeres musulmanas, por ejemplo, cabinas y regaderas privadas, traer una toalla en la sauna y no entrenar en los aparatos semidesnuda
Celek comenta: “ aquí no le damos mucha importancia a la ropa de marca, aquí no hay miradas que nos revisan de arriba a abajo”. El éxito le ha dado la razón. Muchas mujeres, que se han inscrito, nunca antes habían practicado deporte. Celek afirma, lento pero seguro, las mujeres van ganando confianza en sí mismas gracias al entrenamiento en los aparatos, a la participación en los cursos de fitness y aerobics. La animadora constata una y otra vez que “hacer algo por la apariencia y cuidar del cuerpo aumentan la seguridad de cualquier mujer”. Muchas musulmnas han notado que les hace bien pensar en ellas y olvidarse por un momento de las obligaciones del hogar y de la familia . br> br>
EL ambiente familiar, la impresión de no ser criticada o de estar en un desfile de modas es lo que hacen sentir bien a las mujeres musulmanas. Celek comenta: “los problemas de la figura y del cuerpo en general preocupan a cualquier mujer”. Aquí entrenan mujeres con velo o sin velo,en stepern, en trotadoras, mujeres jóvenes y de edad más avanzada, se dicuten/enseñan las últimos técnicas y se intercambian consejos. br> br>
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