Las opiniones sobre como se debe uno comportarse en las pistas son muy distintas. Para los amantes del sownboard es más que un deporte de invierno, es un estilo e ideología. Jamás se pondráa un snowbordista, para quien el traje es igual de importante que sus accesorios, una gorrita ridícula como las que suelen usar los esquiadores, con “cuernitos” y demás adornos. Su amiga suelta entonces este comentario : “los practicantes del snowboard piensan que por el simple hecho de traer ropa a la moda ya saben practicar ese deporte”. Kathrin ya ha presenciado discusiones entre esquiadores y snowboardistas en la pista.: ”los snowboardistas tienen la pésima costumbre de sentarse en las pistas, con eso obstruyen la bajada, no cabe duda que son un estorbo”.
La rivalidad entre “las dos tablas” y “una tabla” empezaron cuando el snowboard se volvió muy popular en las tradicionales pistas de esquiar, en los años 90. Quien se cree cool y joven, deja sus esquies en casa y se sube a su snowboard o descubre la pasión por el deporte de invierno directamente. Tal fue el caso de Ann-Kathrin, ella tenía 15 años cuando empezó a practircar este deporte junto con sus amigas. “Decidí empezar de una vez con algo novedoso. Practicar esquí sería como si me comprara un tocadiscos en esta época del CD digital” comenta la estudiante. Al principio Kathrin también sintió uno cierto interés por este deporte, sin embargo, después de unas temporadas de practicarlo – por sentirse importante – prefirió volver a practicar el esquí. “Aprendí a esquiar tomando cursos cuando era niña, y a pesar de que el snowboard me gustó, me siento mejor en mis esquís. No me gusta sentirme atada a una tabla, me gusta sentirme con libertad de movimientos en las piernas, sobre todo cuando se presenta una situación crítica.”, es así como expresa su pasión por el esquí. Pero a pesar de que una prefiere esquiar y la otra “arrastrarse” en la pista, se la pasan muy bien juntas en sus vacaciones de invierno, durante el día en la pista y en las tardes en las fiestas de las cabañas. ”Es cuestión de tomar una o dos cervezas para olvidar que estás sentada junto a un esquiador, de esos que se ponen su gorra con cuernitos de alce” bromea Ann-Kathrin. Pero Kathrin no se queda atrás y dice guiñando el ojo: “Bueno por algo se llama après-ski” Ok, dejémoslo así.
Esquí o snowboard: ¿qué prefieres? Te invitamos a discutir en el foro de fitness.com.
