El Presidente Barrack Obama al igual que su esposa, la Primera Dama Michelle, son intachables iconos del fitness de nuestros tiempos. Un nuevo género de políticos. Algunos de las botanas preferidas de Barrack Obama destellan salud: son pistaches, frutas y agua engarrafada: “Fiji “.
Ya antes de conquistar la Casa Blanca fue visto regularmente al salir del gimnasio. Su workout lo relizaba como cualquier americano; con su gorra negra de baketball “White Sox” y sus Asics Sneakers. Aun así Barrack Obama no es un americano común y corriente y no porque haya ganado las elcciones presidenciales. El es no sólo un ejemplo a seguir para todos los que quieren luchar contra los kilitos de más, sino también para los deportistas que aman las competiciones. El da la cara a todos los desafíos – en y fuera de la cancha de basketball. La seguridad que muestra Obma viene de su talento y su perseverancia. Su espíritu cambativo es desacreditado, puede todo menos perder.
En el gimnasio se concentra en el cardiotraining y – como su esposa Michelle – en la musculación. El entrenamiento comienza con el cardiotraining, de 20 a 30 minutos. Después sigue musculación, en especial para la musculatura de la espalda con especial atención en los músculos dorsales. Barrack Obama y su esposa entrenan lo más que se pueda juntos y empiezan su día a las 5:30 antes del desayuno. Obama no se pierde ningún workout, después de éste se ocupa de sus asuntos de gobierno. El se dedica a su fitness con el mismo empeño y esmero que dedica a la política. Barrack Obama comentó una vez a la revista “Men`s health: “ la razón por la cual entreno tan duro es para despejar la mente y reducir el estrés, a veces tengo 45 min. para entrenamiento antes del desayuno, claro que quisiera entrenar mejor 90 min., pero bueno 6 veces a la semana 45 min. no está mal. Un día hago pesas, al otro día hago cardiotraining”.
Si el Presidente de los Estados Unidos encuentra tiempo para cumplir con su progama de fitness, ¿cuál excusa nos queda a nosotros? Demasiado estrés...
