Natación – el fin de los dolores de espalda (natación a braza)

Natación – el fin de los dolores de espalda (natación a braza)

“Mañana te va doler el cuerpo por todos lados, te vas a percatar en que lugar exactamente tienes músculos” le dijo el entrenador al ídolo de boxeo Rocky Balbao al empezar con el entrenamiento marcial en una piscina modesta. Rocky no se inmutó ya había pasado por mataderos, ya había entrenado con carne de puerco congelada o había corrido kilómetros en la arena profunda de una playa. Al final de la primera sesión de natación el campeón de boxeo estaba como si nada – esto fue así en la película. Pura ficción. Por muy alejadas que estén de la realidad las películas innumerables de “Rocky” son en este punto muy realísticas: cualquier persona que no esté acostumbrada a nadar y se aventure en la piscina lo comprobará. Al otro días sufrirá de agujetas no importa si se mueva o no.
Esto se puede evitar si se hace caso de los consejos: nadar al principio lentamente y varios kilómtreos, vigilar el pulso y terminar antes de sentirse muy agotado. Ahora ya lo sabes. Si exageras es tu culpa.
De la natación obtendrás algo más que entrenar los músculos. La natación pertenece al grupo de las disciplinas deportivas más saludables que un deportista aficionado pueda practicar. Menos del 2 % de las lesiones deportivas son por causa de la natación. Lo más peligroso se resume al meterse o salirse de la piscina. En efecto, la natación se recomienda desde el punto de vista ortopédico. La resistencia del agua no tiene consecuencias desastrosas para las articulaciones, al contrario, exactamente las personas que padecen de dolores de espalda encontrarán en la natación la forma de manternerse en forma. Como ya se mencionó la razón es la resistencia positiva del agua y su fuerza. En comparación con la resistencia del aire la resistencia en el agua es 60 veces mayor. Esta resistencia tiene que ser superada al nadar, lo que exige mucho más fuerza muscular y además reclama la intervención de varios músculos. El esfuerzo de múltiples músculos contrarestra sobrecargas unilaterales. La resistencia del agua fuerza al nadador a mover los músculos uniformemente, sobre todo si varía entre los diferentes estilos de natación.



De niño todos sabemos nadar, pero ¿Ud. todavía sabe?



Atención también la natación puede tener consecuencias negativas debido a falsos movimeintos. Sobre todo al nadar de pecho se debe de aprender la técnica para respirar. Muchas personas que nadan por hobby mantienen la cabeza sobre la superficie del agua y no espiran como debería de ser bajo el agua, así se está forzando la musculatura del cuello. Los dolores se pueden sentir en toda la zona de la columna vertebral.
El segundo punto neurológico que hay que tomar en cuenta al nadar de pecho es la rodilla. Por muy suave que sea la natación en general, el movimiento como tijeras de las piernas, al nadar de pecho, puede provocar dolores de rodillas si no se llevan a cabo los movimientos como debe de ser. Si la persona ya se acostumbró a los movimientos falsos, pueden surgir dolores en los ligamentos de la rodilla o afectar los meniscos. Si ya se padece de dolores de cuello o de rodilla es mejor prescindir de la natación a braza y practicar la natación de espalda.
Es recomendable para los que quieran mejorar su condición física con la natación, nadar al princiopio con un instructor. Aunque mucha gente aprende a nadar ya desde chico, a lo largo de los años se puede empezar a modificar la técnica sin darse cuenta. El mejoramiento de la técnica no sólo proteje al cuerpo de lesiones sino tiene un efecto banal: ¡se nada mejor y más rápido!. Y si vas a nadar en una alberca pública no te molestarán los inconvenientes como el olor a cloro o la pátina húmeda de las cabinas.
Para terminar un pequeño consejo: si no quieres gastar dinero, pregúntale al salvavidas si tu forma de nadar es la correcta. Los salvavidas normalmente no tienen mucho que hacer y se alegran normalmente sobre el interés mostrado en la natación.

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