Mark Spitz, Michael Groß, Alexander Popow, Franziska van Almsick, Inge de Bruijn, Pieter van den Hoogenband, Ian thorpe, Michael Phelps. Hasta el que no conoce mucho de los grandes de la natación ha oído estos nombres: son algunos de los nadadores más exitosos de todos los tiempos.
Pero ¿quién diablos es Roland Matthes? Este nombre tal vez sólo lo hayan oído por ahí gente familiarizada con el tema de la natación. Es de llamar la atención que atletas como van Almsick, Phelps o Popow hayan ganado muchas medallas en las competiciones internacionales pero no en el estilo de espalda. El desconocido Roland Matthes está considerado como el más exitoso nadador de espalda de todos los tiempos. Sus logros: 8 medallas en total (4 de ellas de oro) en Juegos Olímpicos, lo que elucide la diferencia entre éxito y popularidad. La natación de espalda no juega un papel muy importante dentro del negocio de la natación. Pero ¿a quién le interesan las condecoraciones olimpicas? Para los deportistas aficionados de la natación de espalda es tan útil como el crawl o el estilo pecho.
Los dolores de espalda son el mal de nuestra “era de oficina” y provienen en la mayoría de los casos de la musculatura flácida de la espalda. Esta musculatura se puede desarrollar perfectamente con la natación de espalda – los huesos y las articulaciones no se sobrecargan como es el caso generalmente en cualquier estilo de natación.
Mientras que por ejemplo el crawl en largos trayectos no es muy idóneo para nadadores no muy bien entrenados, ya que se requiere de un enorme derroche de fuerza, la natación de espalda es fácil de practicar hasta por principiantes. Otras ventajas de la natación de espalda es que la cabeza siempre se encuentra sobre la superficie del agua y por consiguiente la respiración se facilita. La cabeza “la lleva” el agua por así decir, y así se aligera la carga sobre los músculos del cuello, de la espalda así como de la columna. Los ojos pueden permanecer abiertos y controlar los movimientos. La coordinación se facilita.
Veamos los movimientos de la natación de espalda: el nadador está “acostado” sobre el agua. El tiene que poner cuidado de no bajar la cadera para que el cuerpo no oponga mucha resistencia al agua. El chiste es mantener la cadera derecha de manera que el cuerpo forme una linea recta. Para practicar se puede sostener una tabla con los brazos y de esta forma concentrarse mejor en la postura del cuerpo y en el trabajo de las piernas. El trabajo de las piernas es relativamente fácil. Al igual que en el crawl los pies y las piernas se estiran y éstas últimas se mueven hacia arriba y abajo lo más rápido posible. Si salpicamos mucha agua es que estamos haciendo algo mal; estamos malgastando energía. No hay que sacar los pies del agua para luego dejarlos golpear en la superficie del agua. El movimiento de los brazos también se parece al del crawl. Los movimientos se ejecutan alternando. Un brazo sale del agua, pegado lo mas que se pueda a la cadera en dirección de la cabeza. Por debajo del agua el brazo se dobla un poco y formando un arco se lleva hacia atrás. Cuando un brazo toca el agua a la altura de la cabeza, el otro sale a la altura de la cadera.
Al principio hay que poner cuidado en dos puntos. Primero: que nuestro cuerpo forme una línea recta. Si hay otros nadadores en la piscina hay que poner atención para evitar colisiones. Segundo, poner atención cuando nos aproximemos al borde de la piscina de no chocar con la cabeza en el borde de la piscina.
El ruso Alexander Popow, ganador de medallas de oro 4 veces en Juegos Olímpicos, empezó su carrera con la natación de espalda. Su entrenador lo convenció de practicar el crawl, en este estilo tuvo una brillante carrera en los 500 y 100 metros estilo libre. Con la natación de espalda no hay nada que temer – hasta los grandes del atletismo empezaron desde cero.
