Fue algo inaudito en el mundo de los negocios del balompié. El capitán brasileño Kaká cambió el AC por el Real Madrid, por 65 millones de euros. Fitness.com se pregunta: ¿quién es ese hombre por el que se paga tal cantidad?
“Nuestro Ricky ha jurado, sonriendo, fidelidad sin pero alguno al Milán.“El mundo del Mailand estaba en orden en el 2006. El Club italiano todavía no jugaba en la Champions League y, su jugador más importante era fiel al eauipo. A Ricardo Izecson dos Santos Leite, el nombre verdadero de Kaká, no le pasaba por la cabeza en hacer gastar tal suma a su equipo. Después de todo, la fidelidad es el mandamiento más preciado por los cristianos y Kaká es practicante de la religión hasta las últimas consecuencias.
Sin embargo, para gran desilución de los fanáticos del Milán el jugador de 27 años solamente puede ser fiel a un amo. Kaká había ya declarado “I belong to Jesus”, siempre trae una camiseta con esta inscripción bajo su uniforme y agradeció al cielo cada uno de sus 95 goles a favor del Mailand. Pues bien, en el rebaño del Señor falta una oveja, es el Real Madrid quien se encarga ahora del pan de cada día de la oveja perdida. Y no exactamente le ofrece el sueldo mínimo – del cual la secta a la cual Kaká pertenece se beneficia: Kaká dona 10 % de sus ingresos a la Iglesia brasileña del Nuevo Pentecostés “Renascer en Cristo”.
EL año clave fue el 2000, cuando no sólo anunció su carrera profesional sino también su nuevo credo. Kaká decidió intentar hacer carrera en el football profesional. Otra alternativa era un estudio universitario; le pasaba por la cabeza ingeniería. Siendo hijo de una maestra y de un doctor puede optar por un diploma universitario, algo que otros futbolistas brasileños no pueden ni siquiera soñar. Sin embargo su talento como futbolista es sobresaliente. Su capacidad convenció a todos los entrenadores en el equipo FC Sao Paulo. Kaká afirma siempre que fue obra de Dios lo que vivió. En un día caluroso, en su país natal Brasil, se hechó a una alberca para refrescarse. No se fijó antes que el agua no era lo suficientemente profunda y Kaká se rompió una vértebra. Pudo haberse quedado paralítico para el resto de sus días, pero la suerte estaba de su lado y la rehabilitación fue todo un éxito. El lo expresa así: “ Dios me salvó”. Desde entonces Kaká es muy creyente. Al final de su carrera futbolística quiere ser pastor en la iglesia del Nuevo Pentecostés.
Kaká ya se ha de haber dado cuenta que Dios no puede todo siempre. Su complexión delgada fue siempre su principal handicap. Gracias a un entrenamiento especial se convirtió en un futbolista atlético y apto para el duelo en la cancha. Sobre todo la musculación le ayudó bastante. Por eso hasta hoy, Kaká se ejercita regularmente en el gimnasio. Ya sean pesas, flexiones o workouts con la Theraband, el gran futbolista ejercita así sus músculos a parte del entrenamiento “normal”. Recomienda a los principiantes y aficionados entrenar en un gimnasio por lo menos dos o tres veces por semana.
Otra de sus características son su perspicacia técnica, su toque del balón así como su fuerza de voluntad. Observa la agresividad de los jugadores ingleses y alemanes en tomas de televisión y desarrolla una fuerza para el duelo en el campo que funciona sin que sea expulsado de la cancha. Esta disciplina y su aspecto físico mejorado convencieron también a los equipos europeos. Y fue así que cambió en 2003 del Sao Paulo al AC Mailand. El Real Madrid es otra estación en la carrera exitosa de Kaká. Nadie puede afirmar ni tampoco negar si fue Dios el autor de su destino. Después de todo el fortachón Kaká, con porte de gentleman, se lo merece
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