Es por él que amas de casa presionadas y directores de empresas exhaustos se tuercen desde hace unos 40 años en finas colchonetas y respiran profundamente. Belur Krishnamachar Sundararaja Iyengar trajó el yoga al mundo occidental, preparó así el camino hacia el éxito de un nuevo concepto de vida. Quien conoció su niñez, jamás le pasó por la cabeza, ni siquiera en sueños, que este hindú más tarde se convertiría en el maestro de yoga más famoso del siglo 20, dando inicio a un nuevo método en el mundo del fitness.
Iyengar nace en 1918 como miembro de la casta de los Bramahnen en Bellur, India. Es un niño enfermizo y mal nutrido. Su estado de salud y por lo tanto su condición física mejora cuando a la edad de 15 años se convierte en alumno de su cuñado, el yogui Sri T. Krishnamacharya. La práctica regular del Asanas, los ejercicios corporales del yoga lo convierten en un hombre sano. En 1937, a los 19 años, se aleja de su cuñado y sus maestros y se muda a la ciudad de Pune en la India occidental donde trabaja como maestro de yoga. Poco a poco se desliga de la práctica común del yoga de aquella época y desarolla su propio método, el Yoga Iyengar. Este yoga tiene algo del Hatha Yoga, el cual tiene como meta alcanzar el equilibrio corporal y mental a través de la práctica de determinados ejercicios coporales como los Asanas, de ejercicios de respiración conocidos como Pranayama y de la meditación. El objetivo es armonizar energías opuestas en el cuerpo y la mente con ayuda de ejercicios en parte fatigantes. No es por acaso que “Hatha” significa algo así como “violencia” o “fuerza”.
Debido a su ensombrecida jueventud marcada por innumerables enfermedades, Iyengar sabe lo difícil que es para personas dañadas y debilitadas físicamente, realizar los ejercicios correcta y eficientemente. Para poder llevar a cabo los ejercicios de yoga se necesita una cierta condición física. Es por eso que se ayuda de ayudas técnicas como bloques de madera, cojines o cuerdas para facilitar la práctica del Hatha.
Sus inovaciones atraen innumerables alumnos y muy pronto la fama del joven yogi así como sus métodos para aquella época inconvencionales, se expanden por la India. Su influencia se limitaba aun a la India cuando en los años 50 esa situación cambia. En 1952 lo visita el famoso violinista americano Yehudi Menuhin interesado en conocer los secretos del yoga. Se convierten en grandes amigos y Menuhin, entusismado por los efectos de los ejercicios del yoga para el cuerpo y la mente, le propone a Iyengar expandir su campo de acción hacia Europa. Muy pronto estará enseñando en Londres, París y Suiza. El Yogi indú encuentra una gran aceptación entre los europeos estresados por su estilo de vida moderno y resultan ser alumnos deseosos de aprender. Una nueva tendencia surge así en el campo del fitness occidental.
En 1966 publica su libro “Light of Yoga” y se convierte en una obra modelo obligatoria sobre las lecciones de vida hindú. El Yoga Iyengar es así el yoga más practicado, sin competencia, en todo el mundo. Entre sus discípulos se encuentran personalidades famosas: el escirtor inglés Aldous Huxley así como la reina belga Elisabeth, fallecida en 1965 quien ya en edad avanzada recurrió a la eseñanzas de Iyengar. En la mitad de los años 80, antes de retirarse por completo todas sus actividades.
Iyengar funda en 1975 en honor de su difunta esposa el Ramamani Iyengar Memorial Yoga Institute en la ciudad de Puna, antes de retirarse por completo en la mitad de los años 80 de todas sus actividades.
En reconcimiento por su obra y por la difunción de una parte de la cultura indú, el Estado indú le concedió en el año 2002 la tercera orden civil al mérito más importante del país, el Padma Bhushan.
Pero para la obra de Iyengar es más importante el hecho de que actualmente innumerables principiantes del yoga logren ejecutar el Asanas, aún jadeando y rechinando los dientes, gracias a las ayudas técnicas introducidas por él como cuerdas y cojines. En el mundo occidental el yoga es considerado como un método serio para lograr un equilibrio en el campo tanto físico como mental.
