Aspectos de la fuerza
Cuando entras a un gimnasio lo primero que escuchas es la música que viene de las bocinas y una que otra vez sobresale un estruendo, este ruido agudo se produce cuando se regresan a su lugar los discos de las pesas y resulta casi insoportable cuando se dejan caer una después de la otra sin cuidado. Aquí entrenan hombres y mujeres en un mundo de aparatos, cada uno tiene su plan individual a seguir, que les ha hecho su asesor. Todos ellos tienen diferentes razones por las que están ahí y persiguen diferentes metas:
Por ejemplo Anna lucha contra la piel de naranja y desea tener una piernas firmes y esbeltas. Stefan quiere un abdomen como de tabla y el bodybuilder Jochen se prepara para el próximo campeonato. Los tres en principio hacen lo mismo, el entrenamiento de fuerza.
A continuación intentaré explicar qué es lo que sucede en nuestro cuerpo cuando practicamos el entrenamiento de fuerza y cómo se debe de llevar a cabo para poder lograr las metas que nos proponemos.
¿Cómo funcionan los músculos?
A grandes rasgos, el músculo es un manojo de células. Una sola célula de estas se denomina también fibra muscular porque en relación con su espesor es muy larga. En la célula del músculo encontramos filamentos que contienen las proteínas responsables de la contracción muscular. Dos filamentos destacan por su función la actina y miosina. A parte hay otros filamentos que tienen un papel secundario en la contracción muscular pero no profundizaremos en ellos. Sólo mencionaremos por ejemplo la titina que es la que actúa como un resorte y por lo tanto es la responsable de la tensión del alargamiento.
El músculo se contrae cuando recibe una señal eléctrica (estímulo) de un nervio. Un nervio puede tener bajo su control a varias fibras musculares. Llamamos unidad motora cuando una fibra nerviosa estimula a una célula muscular, a la transición de nervio a músculo se le denomina placa motora terminal.
Si una señal eléctrica llega a la placa motora terminal, los filamentos protéicos actina y miosina colocados en paralelo forman puentes entre ellos, ya que las cabezas de la miosina se encajan en los filamentos de la actina y desencadenan una tensión. Si la tensión es más alta que la resistencia exterior, las cabeza de la miosina se disparan y al regresar a su posición inicial jalan al filamento activo (actina) . El filamento activo entonces se contrae. Para este trabajo necesitan las células de los músculos energía en forma de ATP, trifosfato de adenosina, que es el que transporta la energía en el cuerpo. Si se dan varias contracciones una después de otra, el ATP propio del músculo no será suficiente por lo que será producido (sintetizado) para facilitar la energía requerida.
Formas de fuerza
Si intentamos estructurar las formas de apariencia de la fuerza, nos encontraremos en primer lugar con el concepto de la fuerza máxima. Según Schmidbleicher 1987 representa el valor aleatorio de fuerza más alto que se pueda realizar. Si esta fuerza se aplica contra un resistencia insuperable, entonces estamos hablando de la fuerza máxima estática. Si se supera la resistencia a vencer , estamos hablando de la fuerza máxima concéntrica, que siempre es más baja que la estática, en la mayoría de los casos 10 a 15 por ciento. Dentro de este contexto se puede medir también la fuerza máxima excéntrica, en la cual el músculo se estira durante una contracción máxima.
Esta fuerza máxima es hasta 40 por ciento más alta que la estática. Es asi como se especifica la intensidad en los planes de entrenamiento que están por arriba del 100 por ciento. La persona que entrena trabaja con ayuda de un compañero, que le ayuda en la fase concéntrica del movimiento.
Por ejemplo press de banca: Carlos logra trabajar con 100 kilos sin problema alguno. Para poder entrenar excéntricamente pone 120 kilos e intenta con todas sus fuerza evitar que se caigan los pesos. Al hacer esto alcanza intensidades que superan su fuerza estática máxima. Su compañero le ayuda a colocar el peso de nuevo en la posición inicial y continúa con la siguiente repetición.