Si suben las temperaturas traemos menos ropa y calzado. Al ponerte los flip-flop por primera vez después del invierno te das cuenta de lo que las largas y duras caminatas del invierno han causado a tus pies: piel seca y agrietada y tal vez hasta callos. No es un problema de vanidad sino que los pies sin cuidados pueden molestar a cualquier persona. Estos son los consejos para mostrar un pies en perfectas condiciones en la playa y además evitar la callosidad.
En principio la callosidad no es otra cosa que un sistema de defensa de nuestro cuerpo. La callosidad surge por todos lados donde la piel es muy delicada y trabajos duros la pueden afectar. Es por eso que los deportistas tienen siempre que luchar contra este problema. Aunque en si no es esto el problema, sino como tratarla. Exactamente la piel en las articulaciones, la que está exactamente arriba del hueso, está expuesta a presión y roze contínuo. Una inflamación ligera, piel rozada o el surgimiento de una ampolla son las primeras reacciones auna irritación. La piel se endurece para protejer así la parte afectada. Si la presión persiste, se forma de una ligera inflamación una callosidad resistente. Esto no siempre es una desventaja. Por ejemplo, un jugador de tennis necesitará alguna protección para la mano que siempre usa para jugar. La callosidad es una forma de “tejido muerto” y no es alimentada como toda la piel. Para que se vuelva tersa hay que untarle crema
Cuando de la callosidad surgen callos.
La callosidad puede acarrear dolores en los pies. Esto quiere decir que en esa parte del cuerpo la presión es intensa. Los huesos del metatarso y las articulaciones de los dedos de los pies son muy propensos a desarrollar callosidades extremas. En este caso se les llama callos. El problema es que las raíces del callo son tan profundas como el tamaño de lo que sobresale de la piel y presionan sobre el hueso. Los dolores resultantes son tan fuertes que hacen imposible practicar jogging o hasta el simple caminar. Los excursionistas y los futbolistas frecuentemente experimentan este problema, pero también la gente que anda con sus flip-flops por la ciudad. La callosidad surge debido a calzar zapatos inadecuados, que aprientan o rozan algúna parte del pie. Y como los tan populares flip-flop no se ajustan al pie se hacen callosidades en el margen del pie o entre los dedos.
¡Así se puede evitar la callosidad!
La primera regla es ya conocida, calza zapatos cómodos y que no te molesten. Durante actividades físicas pesadas como un maratón no se puede evitar completamente la irritación de la piel. Para minimizar el problema lo más que se pueda se deben de analizar los pies y sus movimiento al caminar en una tienda especializada para poder elegir los zapatos perfectos.
Por otro lado el cuidado de los pies es de suma importancia. La callosidad hay que combatirla a tiempo. Es importante evitar la resequedad de los pies con cremas y pomadas ya que la resequedad se agudiza aun mas con el roce.
¡La lucha contra la callosidad!
Lo más importante es reducir la actividad física. Pónte zapatos cómodos y cuida tus pies. La callosidad se puede aplanar con un raspador fino o con una piedra pomez. Estas ayudas se consiguen en la farmacia. Suaviza la piel antes. Para esto se puede uno meter a la tina, utilizar pomadas o un curita especial que contenga un ácido que deshace la primera capa de la piel. También se pueden recurrir a remedios caseros. La receta mas conocida para suavizar los piel es colocar rodajas de cebolla con jugo de limón y sal durante la noche en la zona problemática. Al siguiente día ya puedes retirar la callosidad sin ninguna dificultad. Si el tratamieto casero no funciona por algún tiempo o el callo duele, recurre mejor al doctor o a un pedicura profesional.
Siguiendo nuestros consejos no tienes porque preocuparte la próxima vez que descubras sus pies. Tal vez no necesites este verano los flip-flops sino para variar un poco sandalias con ebillas y plantillas. Tus pies te agradecerán cualquier cuidado extra.
