Es un mito que un aumento en la masa muscular eleva significativamente el metabolismo basal y quema muchas más calorías en reposo

Es un mito que un aumento en la masa muscular eleva significativamente el metabolismo basal y quema muchas más calorías en reposo

Imagem Pixabay

En el mundo del fitness y la nutrición, una de las ideas más extendidas es que aumentar la masa muscular puede transformar el metabolismo de una persona, haciendo que queme muchas más calorías incluso en reposo. Este concepto, aunque popular, necesita ser abordado con un enfoque más crítico y basado en evidencia científica reciente. La realidad es que, aunque el músculo juega un papel en el gasto energético, su impacto en el metabolismo basal es mucho menor de lo que se suele creer.

¿Qué es el metabolismo basal?

El metabolismo basal, o tasa metabólica basal (TMB), es la cantidad de energía que el cuerpo necesita para mantener sus funciones vitales en reposo, como la respiración, la circulación sanguínea y la regulación de la temperatura corporal. Representa aproximadamente el 60-75% del gasto energético diario en la mayoría de las personas. Aunque factores como la edad, el sexo y la genética influyen en la TMB, el mito común es que un incremento significativo en la masa muscular puede disparar este gasto energético.

El rol del músculo en el metabolismo basal

Es cierto que el tejido muscular quema más calorías que el tejido graso, incluso en reposo. Sin embargo, la diferencia no es tan dramática como se piensa. Estudios recientes han demostrado que un kilogramo de músculo consume aproximadamente 12-15 calorías por día en reposo, mientras que un kilogramo de grasa consume alrededor de 4-5 calorías. Aunque esto supone una diferencia, no es suficiente para justificar la creencia de que el aumento de masa muscular transforma drásticamente el metabolismo.

El impacto real del entrenamiento de fuerza

El entrenamiento de fuerza tiene muchos beneficios para la salud, pero su impacto en el metabolismo basal es más indirecto. Más allá de las calorías que el músculo quema en reposo, el verdadero valor del entrenamiento de fuerza radica en cómo mejora la composición corporal, aumenta la densidad ósea y potencia el rendimiento físico. Además, el entrenamiento con pesas genera un efecto conocido como "exceso de consumo de oxígeno post-ejercicio" (EPOC), que aumenta temporalmente el gasto calórico después del ejercicio. Aunque este efecto es significativo, es transitorio y no contribuye de manera constante al metabolismo basal.

Desmitificando el mito del “músculo como quemador de calorías”

El mito de que ganar músculo puede convertir el cuerpo en una máquina de quemar calorías se ha perpetuado en gran parte debido a interpretaciones simplistas de estudios científicos. La mayoría de las personas no pueden ganar suficiente masa muscular para que su impacto en el metabolismo basal sea significativo. Para que un aumento en la masa muscular realmente eleve el metabolismo basal de forma notable, se necesitarían ganancias masivas de músculo, algo que es poco realista para la mayoría de las personas, especialmente para mujeres o personas mayores.

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