Los nuevos fitness clubs son cada vez más lujosos – o mejor dicho los enormes templos de fitness de dimensiones de entre 3500 y 8000 metros cuadrados – ofrecen una mezcla perfecta de wellness y fitness, en una palabra de “wellness activo”. Estos clubs están siempre en competencia directa con los grandes hoteles de wellness, ya que ofrecen lo mismo a sus clientes haciendo el mismo estrépido, teatro y escenificación llamativa (citemos a Bruce Darnell: “drama, drama, drama,...”)y algunas veces ofrecen todavía más.
Si una cadena lujosa de Berlín y Hamburgo pega, no sólo abrir una nueva clase más de gimnasio de fitness, sino de una vez también un hotel apropiado con apartamentos de lujo ubicado en un amplio terreno , a la industria hotelera con instalaciones tradicionales se le avecina una competencia muy peligrosa.
Hasta ahora los hoteles “a la antigua”, hoteles wellness con todas sus instalaciones solo podían sacar provecho moderadamente de la moda del wellness y sobre todo del “wellness activo”. La razón de este hecho podría ser que para mucha gente esta palabra se refiere exclusivamente a tratamientos para todo el cuerpo, beauty, sauna y piscinas. Otra oferta de actividades al aire libre no entra en este concepto. Alemania es un país de clima más bien frío, por lo tanto para los hoteles de ese país resulta difícil animar a sus clientes conscentidos, clientes insatisfechos y clientes no exactamente muy fieles, a hacer una nueva reservación para disfrutar en días de mal tiempo de sus instalaciones de wellness, en lugar de ofrecerles la posibilidad de realizar actividades corporales a la medida y saludables (en una palabra ofrecer un entrenamiento de fitness sano durante las vacaciones en el hotel)
El cliente se pregunta al leer el prospecto del hotel ¿porqué debería yo escoger este hotel? si me ofrece menos de lo que obtengo en mi club de fitness y wellness.
