El sol del otoño brilla sobre los viñedos, el camino se acorta cada vez que pedaleas. En algunos minutos más me encontraré sentado en mi escritorio. Desde hace 3 años me voy al trabajo en bici mínimo 3 veces a la semana, que se localiza a 18 km. de distancia de mi casa. Cada camino presenta otra cara en cada estación del año. La más bonita vista es cuando los viticultores recolectan las uvas de la vid en el otoño. Unas semanas antes los colores cambian lentmente de verde a marrón y después llegan los días en donde maldigo haberme ido en bici. Hay veces que me sorprendo sacando las llaves del carro, dejando la bici en casa. No hay razón para comportarse como un fundamentalista.
Pero sucede que me falta algo; llego en 15 ó 20 minutos más rápido, no me tengo que cambiar mi camiseta. Sin embargo extraño ese sensación de relajamiento después de pedalear durante ¾ de hora, además al recordar mi programa deportivo matutino me siento orgulloso de mí mismo. Mis colegas me saludan un poco envidiosos, ellos han vuelto a contaminar nuestro medio ambiente con sus carros una vez más.
Nada de embotellamientos, ni de claxons.
Hacer un poco de ejercicio durante tu viaje al trabajo es una bendición, una forma de luchar contra el estrés y ahorrar tiempo. En estos día no tengo que pasar media hora sentado como tonto en el volante y después de regresar a casa, apurarme para cumplir con mi programa de ejercicos y salir disparado al bosque. No, todo eso ya lo hize cuando llegué a casa. En lugar de formar parte del tráfico en la carretera o la ciudad, voy recorriendo los caminos de los viñedos. En algunas partes de Europa y Latinoamérica existen ciclovías. Infórmate ya sea en ayuntamiento o hechando un vistazo en el mapa de tu ciudad.
Para mí, transportarme en bici es mi granito que pongo para mantener mi forma física y mi bienestar. Si llevas un ritmo moderado pedaleando, tu cuerpo llegará a la frecuencia de pulso óptima. No expones tus articulaciones a cargas exageradas como al caminar, la columna vertebral se alegra de la postura favorable para ella, solamente las posaderas tienen que realizar el mayor esfuero. Después de un tiempo de un viaje constante en bicicleta comenzarás a notar los resultados de tu labor. Notarás que el camino se va haciendo cada vez más fácil para las piernas. Es un buena sensación. Y te alegrarás de hechar un vistazo a la báscula. Sabemos de los ciclistas profesionales que además del doping, se necestian muchos carbohidratos.
No llegarás sediento al trabajo. Gracias a las cantimploras es posible hasta ir bebiendo los líquidos necesarios para reponer los perdidos.
Pero hay otra ventaja que descubrí, gracias a que monto mi bici todos los días, no me enfermo seguido, mucho menos de gripa. El camino al trabajo convertido en un un momento de atención a la salud, si esto no se considera como una solución ideal en el debate interminable de la reforma a la Seguro de la Salud...
Consejos importanes si la bici es tu medio de transporte todo los días
No escatimes en comprar una buena bicicleta con un buen asiento, ya que de éste depende si tu medio de transporte será un momento de diversión o no. A cada 1000 kilómetros recorridos amortiguas el gasto de los euros extras que has tenido que invertir en la calidad. Los extras puden ser los pedales combi, los cuales se pueden utilizar con zapatos normales, así como también con los pedales click. Los correspondientes zapatos combi, los cuales puedes traer puestos en tu oficina, se pueden incorporar a los pedales. Así se ahorra de 10 % a 20 % de fuerza al pedalear.
El equipo base es muy importante pero también hay que pensar en la ropa adecuada. El enemigo natural de un ciclista es el sudor, te provoca enfrimientos. Por eso es muy recomendable traer la ropa adecuada. T-shirts y chaquetas transpirables son muy útiles, los pantalones pueden ser jeans. Si eres muy sensible, deberás protejer tus posaderas con un pantalón para ciclismo debajo de los jeans .
Los guantes no sólo mantienen tus manos calientes durante la época de invierno, sino serán muy prácticos si es que te llegaras a caer. Por esta simple y sencilla razón un casco es obligatorio. Se deberá también ir preparado contra el viento y el mal tiempo. Un buen impermeable y pantalones contra la lluvia te evitarán pasar un mal rato si es que eres víctima de un chubasco.
Si decides irte en bici durante todo el invierno, no olvides la iluminación. Las luces delanteras, que te iluminarán el camino de regreso casa, son imprescindibles, a no ser que quieras que por falta de visibilidad tengas que ir a paso de tortuga.
Cuida de tu salud durante el camino al trabajo
Fitness
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