Ya que las dos opciones suponen una actividad súbita de los músculos, el cuerpo es responsable de que en el menor tiempo posible haya suficiente energía disponible. El estrés surge en fin de cuentas en el cerebro. Ahí se estimulan diferentes campos para segregar determinadas hormonas , en primer lugar cortisona, adrenalina y noradrenalina. Estas hormonas propician que el organismo se ponga en estado de alerta máxima y que la glucogénesis se active rápidamente. La frecuencia cardiaca y la presión sanguínea aumentan.
Gracias a la percepción corporal (y también emocional) la atención se agudiza y nuestra capacidad de reaccionar aumenta. Esto también tiene un porqué: si el homo sapiens hubiera primero sopesado las consecuencias de su decisión y valorado los riesgos de una posible lucha, nunca hubiera llegado a ser un homo digital. En lugar de eso, hubiera sido devorado debido a su alto grado de inteligencia – hubiera perdido siempre la batalla mientras procesaba la información para tomar finalmente una decisión.
Pero veamos que sentido tiene el estrés, ahora, cuando tenemos el alimento asegurado. Por lo menos en el mundo occidental las situaciones de vida o muerte no se dan más. Sin embargo, el estrés surge en puntos culminantes , cuando sentimos que se nos exige demasiado y vemos nuestra existencia amenazada, nos encontamos ante el dilema: ¿luchar o huír? De hecho el exigir demás es de naturaleza intelectual. Ponerse en estado de alerta es superfluo. El problema se intensifica cuando el exceso de energía se desborda súbitamente y nos agobia. ¿Luchar o huír?Las dos opciones nos pasan sólo por la cabeza.
No cualquier tensión provoca estrés. La secreción de hormonas en el cuerpo tales como la adrenalina y la noradrenalina en la sangre es normal y necesaria para aumentar nuestra atención y concentración en determinadas situaciones. Las diferentes fases del desarrollo del estrés son, de hecho, percibidas como estados agradables y motivantes. Estas fases no son nefastas para la salud ya que nuestro organismo es capaz de pasar de una fase de tensión a una fase de relajación.
Si se nos imponen, sin cesar, más exigencias y por lo tanto nos encontramos en un estado de alerta permanente, entonces se habla de una situación estresante. Si esta situación no tiene fin, al contrario se prolonga, entonces sí amenaza nuestra salud. Entre más aumenta el estrés más perdemos el control de la situación y es así como entramos en un círculo vicioso.
Si es demasiado estrés no podremos dominarlo y se convertirá en un estado crónico. Esto puede llegar al grado de que la persona estresada no pueda encontrar más fases de tranquilidad y relajación. Estará ahogando su organismo. El estrés crónico es el origen de problemas de concentración, de nerviosismo , de depresiones, de miedos, de problemas para conciliar el sueño, de migrañas, de músculos tensos y de enfermedades cardio-vasculares. El estrés conduce en todos los casos a un debilitamiento directo del sistema inmunitario, la persona está más propensa de lo normal a contraer enfermedades.
¿Qué podemos hacer contra el estrés?
Hay veces que el estrés parece un estado inevitable y lo es. La solución es descubrir su origen y si es posible protegerse. Circunstancias inciertas y desencadenantes son: problemas en el trabajo, de dinero, necesidades no satisfechas, falta de tiempo, etc . Es imperativo un análisis de la situación de la persona, ya que generalmente una administración mejor del tiempo o tener un poco de valor para fijar los límites al trabajo son suficientes para salir de la situación abrumadora. Generalmente uno mismo se provoca el estrés. La razón del estrés es muy compleja y subjetiva, como por ejemplo, pensar negativamente, la falta de valor para decir “no” o ponerse metas muy difíciles de alcanzar. Es esencial conocerse a sí mismo y corregir esas actitudes negativas que conducen permanentemente al estrés.
¿Quién no lo ha vivido? Estamos estresados pero no nos dimos cuenta cómo y cuándo pasó. La única solución que nos queda es ¡respirar profundamente!
- Haga su trabajo con ritmo, alternando trabajo-pausa-trabajo-pausa , esto no combate el estrés pero lo modera.
- Coma a sus horas si es posible
- Practique los métodos de relajación como el entrenamiento autogenes o la relajación progresiva
- Evite ponerse bajo presión
- Muy importante: practique deporte,¡manténgase en forma! Una buena condición física permite mejorar la eficiencia mental
Un mejor conocimiento del cuerpo permite reconocer a tiempo los primeros síntomas del estrés. Resultará más fácil relajarse después de haber estado bajo tensión corporal.
No cometa el error de creer que uno se puede relajar viendo la televisión, o un DVD o tomando estupefacientes como dulces, alcohol, cigarro u otro tipo de drogas. Esto no lo relajará, ya que estos estupefacientes intensifican la tensión.
Si siente estrés, combátalo. ¿Luchar o huir? Encontrará la respuesta caminando al aire libre.