La cinta de correr ya forma parte del mobiliario en las zapaterías especializadas, a través de una cámara se graba al cliente haciendo jogging para observarlo. Nuestra manera de caminar, que uno pensaba que era la correcta, es objeto de crítica del vendedor. Empezamos a trotar sobre la cinta de correr y escuchamos: “ el pie está demasiado plano al caminar, hay que doblarlos más”. Hay veces que el experto nos dice abiertamente, con la aprobación de otros clientes, que nuestras piernas son completamente “X”. ¡Gran asombro! nosotros creíamos que eran las mejor formadas de nuestro cuerpo. El comentario del vendedor puede ser chocante, no salimos de nuestro asombro. Realmente sólo queríamos comprar un par de zapatos. Los diagnósticos no se andan con rodeos y ésto tiene un porqué, sólo así se puede asesorar al cliente para encontrar el zapato ideal para sus necesidades. Para cada manera de caminar hay un zapato adecuado con el cual se puede contrarestar efectivamente cualquier daño posible.
Ulf Lunge, fundador de la cadena “Lunge Laufladen”, nos explica: “un análisis individual de la forma de caminar es sólo posible a través del video”, su cadena de tiendas fue la primera en Alemania en intoducir el video para asesorar a sus clientes. Una idea basada en muy buenas razones. Cada ser humano camina diferente y la industria del calzado ofrece el zapato adecuado para cada particularidad. El análisis a través de la pantalla ayuda a examinar cada detalle de la manera como nos movemos. Mientras que las piernas arqueadas por dentro, conocidas como piernas de footbolistas, se reconocen a simple vista aún trayendo pantalones anchos, las anomalías en la forma de caminar se reconocen únicamente con tomas fotográficas de cerca o con una observación muy atenta.
El zapato puede dañar las articulaciones
Practicar el jogging es saludble, al practicarlo bajamos de peso y mejoramos nuestra condición física. Pero por mucho que el entrenamiento al aire libre sea benéfico el esfuerzo boimecánico es de alto grado. En una sesión de entrenamiento damos fácilmente unos mil pasos y a cada impacto contra el piso caen enormes fuerzas sobre nuestros piernas. Es por eso que a la hora de comprar zapatos no se debe pensar en el dinero sino en la amortiguación. Quien sale a hacer jogging con sus sneaker de todos los días porque se ven bonitos está martirizando sus articulaciones.
El mercado ofrece una gran variedad de zapatos, casi inabarcable, para cada necesidad física - el problema es encontrar el calzado adecuado en el mar de ofertas. A los pies arqueados les queda un tipo de zapato diferente de los zapatos adecuados para el pie plano. Las mujeres necesitan un número más pequeño que el de los hombres y otros modelos. El peso corporal es otro punto importante en el momento de la compra así como el suelo en donde se desee entrenar. Un corredor pesado necesita otro grado de amortiguación que una deportista menudita; si se camina en el bosque se requiere otro perfil en las suelas del que necesita el corredor que sale a dar sus vueltas en el asfalto después del trabajo.
Un buen asesor reconoce en el análisis del video cada particularidad de la forma de caminar. Casi no exiten corredores que pongan completamente el pie en el suelo. Los expertos llaman pronación y supinación a lo que en casos extremos se observa en las suelas usadas unilateralmente: el pie al dar el paso tiende a moverse hacia adentro o hacia afuera. Cuando la pronación es muy marcante, por ej. cuando el pie tiende a inclinarse claramente hacia adentro, plantillas especiales son la única ayuda. Plantillas ortopédicas modernas están a la altura de las exigencias de los deportes de resistencia y no se mueven aún al correr de prisa. Si el problema es una postura ligeramente errónea, un modelo de calzado adacuado, a manera de guía estable lateral, puede ser la solución ya que se adapta a la forma de caminar de la persona.
Un buen asesoramiento es importante
Los corredores estarán en buenas manos en las zapaterías que cuentan con un asesoramiento competente. Pero no olvidemos que el calzado que ofrece buen soporte en un suelo suave pero desnivelado, que en el asfalto amortigue cada impacto, que esté fabricado con el material hight-tech y que además sea firme y elástico tienen su precio. Ulf Lunge comenta que un calzado bueno cuesta aprox. 100 € hasta 160 €. Los productos baratos no ofrecen nada para cualquier exigencia. Es por esta razón que un asesoramiento es muy importante, pues ¿quién quiere pagar una fortuna por un modelo que después de las primeras puestas tenemos que aventarlo en el desván?
Hay reglas válidas para todo tipo de corredor. EL zapato ideal debe sentar bien lateralmente, no debe apretar en ningún lado y debe de quedar un espacio libre en frente, del tamaño del pulgar. El corredor apasionado que corre más de 30 km a la semana, debe mimar a sus pies y comprarles dos pares de zapatos (para alternar) ofreciendo así alivio a sus pies. Cuál es el zapato ideal para cada persona nos lo puede decir un profesional. Si practicas el jogging o tienes planeado hacerlo no deberás comprar los zapatos el sábado poco antes de que cierren las tiendas, tómate tu tiempo y pruebate varios modelos. Lo ideal es probarlos en la cinta de correr.
